sábado, 15 de noviembre de 2014

Experiencia Misionera durante la Semana Santa
La Hna Petrona Gaitán acompañada de la novicia Noelia y la Hna. Lilliam Martínez acompañada de las novicias Lourdes y  Johanna de la Comunidad Noviciado, de San José Costa Rica hemos compartido el Triduo Pascual con la comunidad de San Antonio de Padua de la parroquia de San Pablo de la Zona de los Santo , y la comunidad Bajo Canet de la parroquia San Marcos, Evangelista de San Marcos de Tarrazú.
Ha sido una experiencia enriquecedora para cada una de nosotras, compartir la fe con sencillez, lo que reanima nuestra esperanza, contagiar de alguna manera la alegría del Evangelio en lugares remotos en que el acceso del sacerdote es escaso, de tal forma que ha sido un alimento para reavivar ese don de la fe en esas comunidades y en nuestra propia.
Actividades como, las Celebraciones litúrgicas y tradicionales del Triduo Pascual, visita a los enfermos, encuentros con niños y encuentros vocacionales con los jóvenes de dichas comunidades han sido la misión que hemos podido llevar a cabo, gracias a la asistencia del Espíritu que nos ha guiado y conducido en todo momento.
Hoy queremos retomar las palabras del Papa Francisco en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium porque creemos que resume la vivencia de esta misión:
“…la misión no es un negocio ni un proyecto empresarial, no es tampoco una organización humanitaria, no es un espectáculo para contar cuánta gente asistió gracias a nuestra propaganda; es algo mucho más profundo, que escapa a toda medida. Quizás el Señor toma nuestra entrega para derramar bendiciones en otro lugar del mundo donde nosotros nunca iremos. El Espíritu Santo obra como quiere, cuando quiere y donde quiere; nosotros nos entregamos pero sin pretender ver resultados llamativos. Sólo sabemos que nuestra entrega es necesaria. Aprendamos a descansar en la ternura de los brazos del Padre en medio de la entrega creativa y generosa. Sigamos adelante, démoslo todo, pero dejemos que sea Él quien haga fecundos nuestros esfuerzos como a Él le parezca. “

Mientras la Hermana María Lina Acuña e Idalia Luquez de la Comunidad Juniorado compartieron con la comunidad de Alto Villegas, de la Parroquia de San Ramón Nonato, ellas fueron alojadas en el hogar de la familia de la Hna. Susana Oconitrillo, durante toda la Semana Santa. Ambas hermanas han dado razón de su fe, de su esperanza y de su amor en Jesucristo Resucitado compartiendo con la comunidad momentos fuertes de formación, de oración, de celebraciones, de visitas a enfermos y distintos hogares para llevarles la Palabra de Dios y la alegría de la fe.
“Sólo puede ser misionero alguien que se sienta bien buscando el bien de los demás, deseando la felicidad de los otros. Esa apertura del corazón es fuente de felicidad, porque «hay más alegría en dar que en recibir» (Hch 20,35). (Cf. Evangelii Gaudium 27)


viernes, 14 de febrero de 2014

14 de febrero de 2014
Papa Francisco: Universidades y escuelas católicas deben educar con amor y coherencia
Descripción: Foto ACI Prensa
VATICANO, 13 Feb. 14 / 10:36 am (ACI) .- ”La educación católica es uno de los desafíos más importantes para la Iglesia”, comprometida en la nueva evangelización en medio de un contexto histórico y cultural en constante transformación, afirmó el Papa Francisco en su discurso a los participantes en la plenaria de la Congregación para la Educación Católica en la Sala Clementina del Vaticano.
La agenda de la plenaria está centrada en la actualización de la Constitución Apostólica Sapientia Christiana, la consolidación de la identidad de las universidades católicas y la preparación de dos aniversarios en el año 2015: el 50 de la declaración conciliar Gravissimum educationis y el 25 de la Constitución Apostólica Ex Corde Ecclesiae, que regula a todas las universidades católicas del mundo.
Francisco ha propuesto a los participantes tres aspectos al respecto: el valor del diálogo en la educación, la preparación calificada de los formadores y la responsabilidad de las instituciones educativas:
“Efectivamente –ha dicho refiriéndose al primer punto–, las escuelas y universidades católicas son frecuentadas por muchos estudiantes no cristianos e incluso no creyentes. Las instituciones católicas ofrecen a todos una propuesta educativa que tiene como objetivo el desarrollo integral de la persona, que responde al derecho de todo ser humano a tener acceso al saber y al conocimiento”.
“Pero, están igualmente llamadas a ofrecer a todos, con pleno respeto a la libertad de cada individuo y de los métodos propios del entorno escolar, la propuesta cristiana, es decir Jesucristo como sentido de la vida, del universo y de la historia. Jesús comenzó a predicar la buena nueva en la ‘Galilea de los gentiles’, una encrucijada de personas de diferente raza, cultura y religión”.
Ese contexto, explicó el Papa, “es similar en algunos aspectos al mundo de hoy. Los profundos cambios que han llevado a la difusión, cada vez más amplia, de sociedades multiculturales, exigen a cuantos trabajan en la escuela y en la universidad que se involucren en itinerarios educativos de intercambio y diálogo, con una fidelidad valiente e innovadora que sepa favorecer el encuentro de la identidad católica con las diferentes ‘almas’ de la sociedad multicultural”.
Hablando del segundo aspecto, la preparación calificada de los formadores, el Papa ha señalado que “no se puede improvisar” y que “se debe hacer seriamente”. Asimismo recordó que  durante su encuentro con los Superiores Generales, subrayó que la educación en nuestros días “está dirigida a una generación que cambia, y que, por tanto, todo educador –y toda la Iglesia que es madre educadora– están llamados a 'cambiar' en el sentido de ser capaces de comunicarse con los jóvenes que tienen enfrente”.
“La educación es un acto de amor, es dar vida. Y el amor es exigente, pide emplear mejor los recursos, apaciguar las pasiones e iniciar un camino de paciencia junto a los jóvenes. El educador en las escuelas católicas debe primero ser muy competente y calificado, y al mismo tiempo, lleno de humanidad, capaz de estar entre los jóvenes con estilo pedagógico para promover su crecimiento humano y espiritual. Los jóvenes necesitan educación de calidad y de igual modo valores, no solo enunciados, sino atestiguados. La coherencia es un factor indispensable en la educación de los jóvenes. ¡Coherencia! No se puede hacer crecer, no se puede educar sin coherencia: coherencia, testimonio”.
El Santo Padre resaltó que “por eso el educador necesita él mismo una formación permanente. Es necesario invertir para que los docentes y los dirigentes puedan mantener alta su profesionalidad y también su fe y la fuerza de sus motivaciones espirituales. Y también en esta formación permanente me permito sugerir la necesidad de retiros y ejercicios espirituales para los educadores”.
“Es bello hacer cursos sobre este aspecto, pero también es necesario hacer los ejercicios espirituales, retiros, ¡para rezar! Porque la coherencia es un esfuerzo, pero es sobre todo un don y una gracia. ¡Y debemos pedirla!
En cuanto a la responsabilidad de las instituciones educativas de “expresar una presencia viva del Evangelio en el campo de la educación, la ciencia y la cultura”, el Papa Francisco ha reiterado la necesidad de que las instituciones académicas católicas “no se aíslen del mundo sino que sepan entrar con valentía en el Areópago de las culturas actuales y entablar diálogo, conscientes del don que tienen que ofrecer a todos”.
“La educación –concluyó– es un gran patio abierto, en el que la Iglesia siempre ha estado presente con sus propias instituciones y proyectos. Hoy tenemos que fomentar este compromiso a todos los niveles para renovar la tarea de todos aquellos que están comprometidos en la perspectiva de la nueva evangelización”.

lunes, 13 de enero de 2014

PROFESIÓN PERPETUA HNA. LILLIAM MARÍA MARTÍNEZ GARCÍA




“Tú has formado mis entrañas, me has tejido en el seno materno. Te doy gracias por tantas maravillas, prodigio me hiciste, prodigios son tus obras” Sal 139, 13 -14
Tomando prestadas las palabras del sal 139, en primer lugar quiero agradecer por el don de la vida, por su Infinita misericordia, porque me ha visto con ojos de bondad y me  ha llamado a colaborar en su obra no por mis propios méritos sino porque me ama y ama a su Iglesia.
Agradecer a las hermanas de la Congregación por acogerme y acompañarme en este proceso de formación, especialmente a las hermanas formadoras, algunas de ellas me han acompañado en dos etapas Hna. Martha Patricia y Hna. Rosario.  A mis compañeras  hermanas con las que he compartido en estas etapas iniciales de formación, gracias. A todas las hermanas y amigos  que han venido de San José para acompañarme en esta Celebración.
A mi madre que está en el cielo que es la que sembró en mí el amor a Dios y a su Palabra y se desprendió de mi persona con sacrificio para que yo pudiera seguir el camino del Señor, a cada uno de mis familiares, a mis hermanas aquí presente, mi hermanito, a todos ellos que con su ejemplo de vida cristiana y de entrega a las cosas del Señor me han enseñado a amarle.
A todos los bienhechores, amigos, amigas que han trabajado en estos días para hacer realidad esta celebración, a las voluntarias capuchinas de la Madre del Divino Pastor.
Y muy especialmente también a los sacerdotes, al coro de Pérez por el esfuerzo que han hecho para venir a animar esta celebración. A todos quienes han sido testigos de mi entrega al Señor asistiendo a la Santa Eucaristía.
Para finalizar, pedirle a Dios que bendiga copiosamente su generosidad y me sigo encomendando a sus oraciones para poder ser fiel al Señor hasta el final, pero no solo yo sino que todos los que hemos sido llamados el Señor y la Virgen Santísima nos dé la fortaleza para ser fieles y orar unos por otros, ya que llevamos este tesoro en vasijas de barro. Solo con la oración y la ayuda amorosa de los hermanos y hermanas se puede ser verdaderamente fieles. Muchas gracias a todos y Buenas tardes.


martes, 31 de diciembre de 2013

Feliz Año nuevo 2014


Feliz Año Nuevo 2014 a todos nuestros amigos, bienhechores, voluntarios y hermanos todos. Bendiciones!!!




lunes, 25 de noviembre de 2013

Profesión Religiosa de las Hermanas Albertina, Nolvia y María

Con mucha alegría una delegación de nuestra Comunidad de la Zona Sur, representada por el Hermana Damaris y Hna Idalia, el grupo de voluntarias capuchinas y una familia muy apreciada han participado de la Fiesta de la Profesión Religiosa de estas queridas hermanas. Les deseamos muchas bendiciones y Santa Perseverancia en Fidelidad en el Sí que le han dado al Amor de los Amores, pedimos al Señor que aumente el número de jóvenes como ellas que entreguen su vida por la causa del Reino sembrando la paz y el bien en el mundo. Felicidades Hermanas!!!




Desde Cuba

Capuchinas de la Madre del Divino Pastor
Misión, Cuba
"Heme Aquí Señor, Envíame a mí"